Windows Phone 7: futuro, competencia y poco tiempo para triunfar

Microsoft ya está de nuevo en la escena del móvil. Ahora con un sistema operativo completamente nuevo, muy innovador en su enfoque y que integra todos los productos, servicios, el conocimiento y la enorme capacidad de la compañía para crear la experiencia más rica, la mayor productividad y unas posibilidades de personalización sin precedentes en este tipo de dispositivos.

Aunque lo haga un tanto a la defensiva, porque es consciente de que llega tarde y no tiene más remedio que reconocer el éxito de los iPhone, Android, Blackberry y Nokia, tiene razón Steve Ballmer cuando asegura que en el ámbito de los smartphones hay mucho por hacer porque es un mercado todavía sin explotar, con mucho futuro y en el que hay puestas grandes inversiones y esperanzas, especialmente de las poderosas operadoras.

Los ‘hubs people, music, video o marketplace’, el botón dedicado de la cámara o las extensiones Xbox Live y Zune y, en general, la alta tecnología que encierra esa nueva marca Windows Phone 7 son buenas ideas y excelentes bases sobre las que reinventar el mundo smartphone que pretenden Microsoft y sus partners.

Buenos fundamentos de un sistema operativo tan vistoso y personalizable como para sentirnos orgullosos e identificados con nuestro móvil, algo que puede sonar exagerado pero que tiene cada vez más razón de ser y mucho más en el futuro con aplicaciones y servicios más y más avanzados, sofisticados e imprescindibles.

Pero Windows Phone 7 no es la versión siete, sino la primera. Microsoft ha partido de cero y se nota inmediatamente porque no utiliza iconos estáticos sino ‘tiles’ y ‘hubs’ y ha logrado una experiencia de usuario verdaderamente innovadora, atractiva y útil.

Con todo lo bueno de lo nuevo, estamos ante una primera versión que, como todas, tendrá que estabilizarse y superar fallos y ‘bugs’. Una versión que necesitará tiempo y ayuda, confianza e inversión de las comunidades de desarrolladores para mejorar y ser competitivo: más de 100.000 apps tiene Android y las 300.000 los iPhone…

Siempre se ha dicho que para Microsoft no existen las prisas sino la constancia y la confianza en sus productos. Xbox es un buen ejemplo de esa perseverancia y Windows para PCs lo fue en el pasado. Para situar Windows Phone 7 en los términos de mercado y de negocio que pretende va a necesitar grandes dosis de esa constancia, bastante fortuna –tanta como la que, en general, ha tenido con casi todos los Windows- y mucha inversión en desarrollo de contenidos, aplicaciones, comunidad de desarrolladores, promoción y publicidad para construir un ecosistema sostenible y rentable.

Y que todo se produzca en tiempo récord porque no sólo los Apple, Nokia, RIM y Google no van a esperar a que Windows Phone les adelante, tampoco los usuarios se van a se van a enamorar fácilmente de WP7, por muy bonito que sea.